Qué deudas no pagar

¿Qué deudas no pagar en caso de insolvencia?

Cuando nos enfrentamos a una situación de insolvencia y consideramos acogernos a la Ley de la Segunda Oportunidad, es fundamental comprender qué deudas deben ser priorizadas en el proceso de pago. La Ley clasifica los créditos en tres grandes categorías: privilegiados, ordinarios y subordinados. Aquí te explicamos qué deudas no deberías pagar si estás contemplando esta opción.

Clasificación de los créditos según la Ley de la Segunda Oportunidad

1. Privilegiados: Estos son los créditos que tienen preferencia en el pago sobre los demás y no son perdonables. Algunos ejemplos son las pensiones alimenticias, ciertas deudas con Hacienda o la Seguridad Social, y los créditos con garantía real como las hipotecas.

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3. Ordinarios: Son los créditos que no tienen preferencia sobre los privilegiados. Incluyen préstamos personales, deudas de tarjetas de crédito y otros consumos. Estas deudas son perdonables.

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5. Subordinados: Estos créditos son los que tienen la última prioridad en el proceso de pago. Pueden incluir intereses, sanciones y otros cargos secundarios. Estas deudas también se pueden condonar.

Estrategia de pago en caso de acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad

Si estás considerando acogerte a la Ley de la Segunda Oportunidad porque cumples los requisitos para ello, es importante tener en cuenta que los créditos privilegiados no serán perdonados. Por lo tanto, conviene dejar de pagar los créditos ordinarios y subordinados, ya que serán condonados mediante este proceso.

Ejemplo de deudas que no deberías pagar:

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• Deudas ordinarias: Préstamos personales, deudas de tarjetas de crédito, compras a plazos, telefonía móvil, otros consumos, etc.

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• Deudas subordinadas: Intereses acumulados, sanciones por impagos, entre otros.

Conclusión

Si estás atravesando una situación de insolvencia y planeas acogerte a la Ley de la Segunda Oportunidad, es crucial comprender qué deudas no pagar. Dejar de abonar los créditos que serán condonados te permitirá destinar tus recursos a reducir las deudas que no serán perdonadas, ayudándote a recuperar tu estabilidad financiera. Recuerda siempre buscar asesoramiento legal especializado para tomar decisiones informadas y adaptadas a tu situación específica.