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Intereses de demora: ¿Cómo se calculan y cuándo aplicarlos?

Escrito por Abogado del deudor | Apr 22, 2024 9:10:47 AM

Descubre todo sobre los intereses de demora, cómo se calculan y cuándo es necesario aplicarlos en tus transacciones financieras.

 

Definición de intereses de demora

 

Los intereses de demora son los que se aplican cuando una persona o entidad incumple el plazo de pago de una deuda. Estos intereses tienen como objetivo compensar al acreedor por el retraso en el cobro de lo que le corresponde.

 

La definición de intereses de demora puede variar dependiendo del contexto en el que se utilice, pero en general se refiere a los intereses que se generan por el retraso en el pago de una deuda.

 

Tipos de intereses de demora

 

Existen varios tipos de intereses de demora, cada uno con sus propias características y regulaciones:

 

  1. Intereses de demora legales: Estos son aplicados por los organismos públicos y están regulados por la ley. Generalmente, se establecen como un porcentaje adicional sobre el interés legal del dinero.

  2.  

  3. Intereses de demora en seguros: Regulados en el artículo 20 de la Ley de Contrato de Seguros, estos intereses aplican penalizaciones agravadas cuando las compañías aseguradoras retrasan el pago previsible de la indemnización. Son relevantes tanto para daños propios como para responsabilidad civil frente a terceros.

  4.  

  5. Intereses de demora pactados contractualmente: Estos intereses son acordados entre las partes en un contrato y pueden ser más elevados que los intereses de demora legales. Sin embargo, es importante prestar atención, ya que en ocasiones pueden ser abusivos e ilegales.

 

 

¿Cómo se calculan los intereses de demora?

 

Para calcular los intereses de demora, se utiliza una fórmula que tiene en cuenta el tipo de interés legal establecido por la ley y el número de días de retraso en el pago. La fórmula es la siguiente:

 

Intereses de demora = (Deuda x Tipo de interés legal x Número de días de retraso) / 365

 

Es importante tener en cuenta que el tipo de interés legal puede variar según la legislación de cada país. Además, algunos contratos o acuerdos pueden establecer un tipo de interés de demora específico.

 

 

Casos en los que se aplican los intereses de demora

 

Los intereses de demora se aplican en diversos casos donde existen deudas, entre ellos:

 

- El retraso en el pago de facturas o recibos.

- El impago de cuotas de préstamos o créditos.

- El retraso en el cumplimiento de obligaciones contractuales.

- En situaciones de impago de obligaciones tributarias o con la Administración Pública.

 

En general, se aplican cuando hay un incumplimiento en el plazo de pago establecido en un contrato o acuerdo.

 

 

Consecuencias de no pagar los intereses de demora

 

No pagar los intereses de demora puede tener diversas consecuencias, entre ellas:

 

- Aumento de la deuda total, ya que los intereses de demora se suman a la deuda original.

- Daño a la reputación crediticia, ya que el impago de intereses de demora puede ser registrado en los historiales de crédito. El formato más frecuente son las inscripciones en registros de morosidad.

- Posible inicio de acciones legales por parte del acreedor para reclamar el pago de la deuda, lo que puede llevar a embargos u otras medidas legales.

 

Es importante cumplir con los plazos de pago y evitar incurrir en intereses de demora para evitar estas consecuencias.

 

 

Cómo evitar tener que pagar intereses de demora

 

Para evitar tener que pagar intereses de demora, es importante tomar las siguientes precauciones:

 

- Cumplir con los plazos de pago establecidos en contratos o acuerdos.

- Mantener una buena organización financiera para asegurarse de que se pueden cumplir con las obligaciones de pago.

- Comunicarse con el acreedor en caso de dificultades para cumplir con los plazos de pago y negociar soluciones alternativas.

 

Tomar estas medidas puede ayudar a evitar tener que pagar intereses de demora y mantener una buena relación con los acreedores.

 

 

Intereses legales de demora

 

Los intereses legales de demora son los que establece la ley como tipo de interés máximo que se puede aplicar en caso de retraso en el pago de una deuda. Estos intereses suelen ser fijados por los gobiernos y pueden variar según la legislación de cada país.

 

De acuerdo con lo establecido en la Constitución Española, en caso de que la Ley de Presupuestos Generales del Estado no sea aprobada antes del inicio del año, se prorrogan automáticamente los presupuestos del ejercicio anterior hasta la aprobación de los nuevos. Por ejemplo, mientras se espera la aprobación de la Ley de Presupuestos para 2024, se mantienen los tipos de interés legal y de demora establecidos para 2023.

 

En este sentido, el tipo de interés legal vigente para el año 2024 sigue siendo, por el momento, del 3,25%, y el tipo de interés de demora del 4,0625%. Estos valores son utilizados como referencia en diversos cálculos y es importante tenerlos en cuenta.

 

A partir del interés legal, se calcula la TAE máxima que los bancos y cajas de ahorros pueden aplicar a los descubiertos en cuenta corriente, incluyendo las comisiones. Dado que esta TAE no puede exceder 2,5 veces el interés legal, en 2024 el interés máximo permanece en el 8,125% TAE.

 

Intereses de demora aplicables a las aseguradoras

 

En el ámbito de las aseguradoras, los intereses de demora pueden aplicarse en casos de retraso en el pago de indemnizaciones o compensaciones por siniestros cubiertos por una póliza de seguro.

 

Estos intereses suelen estar regulados por la legislación específica sobre seguros y pueden variar según el tipo de seguro y las condiciones establecidas en la póliza.

 

Regulados en el artículo 20 de la Ley de Contrato de Seguros, estos intereses aplican penalizaciones agravadas cuando las compañías aseguradoras retrasan el pago previsible de la indemnización. Son relevantes tanto para daños propios como para responsabilidad civil frente a terceros.

 

  • Si el asegurador no cumple con su obligación dentro de los tres meses posteriores al siniestro o no realiza el pago mínimo requerido dentro de los cuarenta días después de recibir la declaración del siniestro, se considerará en mora.

  •  

    En este caso, el órgano judicial impondrá una compensación por mora que consistirá en un interés anual igual al interés legal vigente en el momento del devengo, aumentado en un 50%; estos intereses se calcularán por día, sin necesidad de una demanda judicial.

  •  

    Sin embargo, después de dos años desde la ocurrencia del siniestro, el interés anual no podrá ser inferior al 20 por ciento.

 

 

Intereses de demora abusivos pactados en contrato

 

Existen casos en los que los intereses de demora pueden considerarse abusivos, es decir, desproporcionados o excesivos en relación con la deuda original. Estos intereses son los que se pretenden aplicar como consecuencia de lo pactado en un contrato privado.

 

La legislación de cada país puede establecer límites máximos para los intereses de demora con el fin de proteger a los deudores de posibles abusos por parte de los acreedores.

 

Es importante conocer los límites legales de los intereses de demora en cada jurisdicción para poder identificar y evitar situaciones abusivas.

 

Identificar intereses de demora abusivos

 

Es importante estar atento a los intereses de demora que puedan ser considerados abusivos. Algunas señales de alerta incluyen:

 

  • - Intereses que exceden ampliamente los límites legales establecidos.

  • - Intereses que imponen una carga financiera excesiva sobre el deudor.

  • - Intereses que no se ajustan a las prácticas habituales del mercado.

 

De acuerdo a lo mencionado, se determina la TAE máxima que pueden aplicar los bancos y cajas de ahorros en casos de sobregiro en cuenta corriente, incluyendo las comisiones. Dado que esta TAE no puede exceder 2,5 veces el interés legal del dinero, por ejemplo, en 2024, el interés máximo se mantiene en el 8,125% TAE.

 

Todo lo que debes saber sobre los intereses abusivos según la Ley Azcárate

 

La Ley Azcárate, también conocida como Ley de Represión de la Usura, es una normativa que tiene como objetivo proteger a los consumidores frente a prácticas crediticias abusivas y usurarias. Esta ley establece límites claros sobre los intereses que pueden cobrarse en operaciones de crédito y préstamo, con el fin de evitar situaciones de sobreendeudamiento y explotación financiera. Aquí te explicamos qué se consideran intereses abusivos en base a esta ley:

 

¿Qué es la Ley Azcárate?

 

La Ley Azcárate fue promulgada en España en 1908 y ha sido modificada en varias ocasiones para adaptarla a las necesidades del momento. Su principal objetivo es combatir la usura y proteger a los consumidores frente a prácticas financieras abusivas. La ley establece límites a los intereses que pueden aplicarse en operaciones de crédito y préstamo, así como sanciones para aquellos que incumplen sus disposiciones.

 

Tipos de intereses considerados abusivos

 

Según la Ley Azcárate, se consideran intereses abusivos aquellos que superan significativamente el tipo de interés legal del dinero en vigor en el momento de la operación. El tipo de interés legal del dinero es establecido por el gobierno y varía cada año. Cualquier interés que exceda este límite puede considerarse usurario y ser objeto de sanciones legales.

 

Cálculo de los intereses abusivos

 

Para determinar si los intereses cobrados son abusivos según la Ley Azcárate, es necesario comparar el tipo de interés aplicado con el tipo de interés legal del dinero en el momento de la operación. Si el interés cobrado es significativamente superior al tipo legal, podría considerarse usurario y ser objeto de acción legal.

 

Consecuencias de cobrar intereses abusivos

 

Cobrar intereses abusivos está prohibido por la Ley Azcárate y puede tener graves consecuencias legales para los prestamistas. Entre las sanciones previstas se encuentran la nulidad del contrato, la devolución de los intereses cobrados en exceso, y en algunos casos, la imposición de multas económicas.

 

Protección al consumidor

 

La Ley Azcárate tiene como objetivo principal proteger a los consumidores frente a prácticas financieras abusivas. Proporciona a los consumidores una vía legal para impugnar contratos y reclamar la devolución de intereses cobrados de manera ilegal. Esto ayuda a garantizar que los consumidores no sean explotados por prestamistas inescrupulosos y puedan ejercer sus derechos de manera efectiva.

 

Conclusiones

 

La Ley Azcárate es una herramienta importante para proteger a los consumidores frente a intereses abusivos y prácticas financieras injustas. Establece límites claros sobre los intereses que pueden cobrarse en operaciones de crédito y préstamo, y proporciona a los consumidores una vía legal para impugnar contratos y reclamar la devolución de intereses cobrados de manera ilegal. Es fundamental que los consumidores conozcan sus derechos y estén informados sobre esta ley para poder defenderse de posibles abusos financieros.

 

Si sospechas que estás siendo cobrado con intereses de demora abusivos, considera buscar asesoramiento legal para evaluar tus opciones y defender tus derechos.

 

 

Los intereses de demora en la Ley de la Segunda Oportunidad

 

Intereses de demora en la Ley de la Segunda Oportunidad: ¿Son perdonables?

 

La Ley de la Segunda Oportunidad es una herramienta legal que brinda a los deudores sobreendeudados la posibilidad de obtener la cancelación de sus deudas y empezar de nuevo. Sin embargo, ¿qué ocurre con los intereses de demora en este contexto? ¿Son perdonables? Aquí exploraremos esta cuestión y su relación con la calificación de créditos subordinados.

 

La Ley de la Segunda Oportunidad y los intereses de demora

 

En el contexto de la Ley de la Segunda Oportunidad, la cuestión de los intereses de demora se vuelve relevante cuando se trata de determinar qué deudas pueden ser perdonadas. En general, los intereses de demora pueden ser considerados como créditos subordinados, es decir, aquellos que se sitúan en una posición inferior en la jerarquía de pagos en caso de liquidación del patrimonio del deudor.

 

Calificación de créditos subordinados

 

La calificación de créditos subordinados se refiere a la categorización de ciertas deudas como secundarias o menos prioritarias en el proceso de liquidación de activos del deudor. En el marco de la Ley de la Segunda Oportunidad, los intereses de demora suelen considerarse como créditos subordinados, ya que se generan como resultado del incumplimiento del deudor y no están directamente relacionados con el capital prestado.

 

Sin embargo, para poder acogerse a estas ayudas, el deudor ha de haber cumplido con una serie de requisitos de insolvencia generalizada en relación a sus deudas.

 

Perdón de los intereses de demora

 

La cuestión del perdón de los intereses de demora en el contexto de la Ley de la Segunda Oportunidad puede variar según el caso y la interpretación de los tribunales. En general, se considera que los intereses de demora pueden ser perdonados junto con el resto de la deuda si se cumplen ciertos requisitos y se demuestra la buena fe del deudor.

 

Factores a tener en cuenta

 

Al evaluar si los intereses de demora pueden ser perdonados en el marco de la Ley de la Segunda Oportunidad, es importante considerar varios factores, como la legislación vigente, la jurisprudencia relevante y las circunstancias específicas de cada caso. La buena fe del deudor y su disposición para cumplir con los términos del acuerdo también pueden influir en la decisión de los tribunales.

 

Conclusión

 

En resumen, si bien los intereses de demora suelen considerarse como créditos subordinados en el contexto de la Ley de la Segunda Oportunidad, su perdón puede ser posible en ciertas circunstancias. Es importante consultar con un abogado especializado en derecho concursal para evaluar la viabilidad de obtener el perdón de los intereses de demora y entender cómo este proceso puede afectar la situación financiera del deudor.