Cuando te encuentras en una situación financiera difícil y enfrentas la incapacidad de pagar tus deudas, es natural que busques formas de posponer o aplazar los pagos. Aquí tienes algunas de las mejores excusas que podrías utilizar:
Dificultades financieras temporales: Puedes explicar que estás atravesando un momento complicado económicamente y que necesitas tiempo y ayudas para recuperarte.
Reducción de ingresos: Si has experimentado una disminución en tus ingresos, puedes argumentar que no cuentas con los recursos suficientes para hacer frente a tus deudas en este momento.
Desempleo: La pérdida del empleo es una razón válida para no poder pagar tus deudas. Puedes mencionar que estás en búsqueda activa de trabajo y que una vez que lo encuentres podrás retomar los pagos.
Problemas de salud: Si estás enfrentando problemas de salud que te impiden trabajar o generar ingresos, puedes explicar que estás concentrando tus recursos en tu recuperación y no puedes pagar las deudas en este momento. Los problemas de salud mental relacionados con deudas, también están en la lista.
Emergencias familiares: Una situación familiar difícil, como gastos médicos inesperados o problemas familiares graves, puede ser una excusa válida para no pagar temporalmente tus deudas.
Acogerte a la Ley de la Segunda Oportunidad: Explicar que estás en proceso para acogerte a la Ley de la Segunda Oportunidad puede ser una estrategia para aplazar los pagos y obtener el perdón de tus deudas.
Ello sin duda va a desalentar a los acreedores de interponer reclamaciones judiciales ya que de acogerte a esta Ley, se van a paralizar. Además, las deudas terminarán extinguiéndose en su gran mayoría por el perdón que se otorga al deudor insolvente.
Errores en la facturación: Si has identificado errores en los cargos de tus facturas, puedes posponer los pagos mientras resuelves la situación con el proveedor.
Disputas sobre la calidad del servicio o producto: Si estás insatisfecho con un servicio o producto y has planteado una disputa, puedes utilizar esto como una excusa para no pagar hasta que se resuelva el problema.
Disconformidad con las condiciones del servicio: Puedes considerar que las condiciones impuestas en el servicio o producto adquirido, son onerosas o abusivas y no estar de acuerdo en el pago hasta que cese esta situación.
Negociación de nuevos términos de pago: Puedes proponer una renegociación de los términos de pago con el acreedor, explicando tu situación actual y solicitando un plan de pagos más flexible.
Ofrecimiento de pago parcial: Si no puedes pagar la totalidad de la deuda, puedes ofrecer realizar pagos parciales como muestra de buena fe mientras buscas una solución definitiva.
Planteamiento pago aplazado: Ofreciendo un pago aplazado, puedes dilatar en el tiempo el cumplimineto de tus obligaciones y con ello aliviar la carga con pagos periódicos más bajos.
Recuerda que la honestidad y la comunicación son fundamentales al abordar estas situaciones. Es importante mantener una comunicación abierta con tus acreedores y buscar soluciones que sean beneficiosas para ambas partes.