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Trucos para dejar de pagar
Aprende sobre deudas con nuestros artículos.
¿Existen trucos para dejar de pagar que sean legales?
Dejar de pagar es legal en determinados casos.
La posibilidad de aplicar fórmulas o trucos para dejar de pagar, es una opción que la Ley pone a disposición de quien no tiene recursos para atender sus deudas. Aprovechar estas ayudas legales que se tienen frente a los acreedores, es una alternativa que tiene el deudor que está informado de su derechos.
3 Trucos para dejar de pagar deudas.
Dejar de pagar deudas no está bien visto, pero eso no significa que sea ilegal. En situaciones de necesidad o de imposibilidad para afrontar pagos, puedes echar manos de estos consejos que te ayudarán. Se trata de hacer valer el derecho a la subsistencia del deudor frente al derecho de cobro que tienen los acreedores.
1. Límite de embargabilidad:
El límite de embargabilidad, también conocido como límite de salario embargable, se refiere a la cantidad máxima que puede ser embargada de los ingresos de una persona por parte de un acreedor o de una entidad autorizada por la ley. Este límite está sujeto a regulaciones y leyes específicas que varían según el país o jurisdicción.
En términos generales, este límite se establece para proteger un cierto porcentaje de los ingresos de una persona, garantizando que esta aún tenga suficientes recursos para cubrir sus necesidades básicas, como alimentación, vivienda y otros gastos esenciales. En consecuencia, el dinero restante se considera embargable, es decir, sujeto a ser retenido por los acreedores para pagar deudas.
El porcentaje exacto o el monto del límite embargable suele ser determinado por la ley y puede variar dependiendo de la situación financiera de la persona, el tipo de deuda y otras circunstancias particulares. Además, existen casos en los que ciertos tipos de ingresos, como los beneficios sociales, pensiones o sueldos mínimos, pueden estar exentos o tener límites de embargabilidad más bajos para garantizar la subsistencia del deudor.
Es importante consultar con un asesor legal o financiero para entender los límites específicos de embargabilidad en tu área y comprender cómo se aplican a tu situación financiera particular en caso de enfrentar problemas de deudas o embargos.
2. Prescripción de deuda:
La prescripción de una deuda es el término legal que se refiere al período de tiempo después del cual un acreedor pierde el derecho legal a exigir el pago de una deuda. Este concepto está sujeto a leyes específicas y varía según la jurisdicción y el tipo de deuda.
Cuando una deuda no se paga y el acreedor no toma acciones legales para exigir el pago dentro del plazo establecido por la ley, esa deuda puede considerarse prescrita. Una vez que una deuda prescriba, el deudor ya no está legalmente obligado a pagarla, y el acreedor no puede emprender acciones legales para cobrarla.
Los períodos de prescripción varían significativamente dependiendo del tipo de deuda, la legislación local y la jurisdicción. En algunos lugares, las deudas pueden prescribir en un plazo de tres, cinco, diez o más años, dependiendo del tipo de deuda y de la normativa legal específica de la región.
Es importante tener en cuenta que la prescripción de la deuda no significa necesariamente que la deuda desaparezca. Aunque el acreedor no pueda emprender acciones legales para cobrar la deuda una vez que ha prescrito, puede seguir intentando recuperar el dinero mediante acciones no legales, como llamadas, cartas o intentos de negociación.
Además, el estatus de la deuda como prescrita puede variar y puede ser revivido bajo ciertas circunstancias, como un nuevo pago o reconocimiento de la deuda por parte del deudor. Por esta razón, es fundamental comprender las leyes específicas de prescripción de deudas en tu jurisdicción y, en caso de duda, buscar asesoramiento legal para comprender tu situación con respecto a las deudas prescritas.
3. Ley de la Segunda Oportunidad:
La Ley de la Segunda Oportunidad es una normativa legal que tiene como objetivo ofrecer a las personas físicas -especialmente a aquellas que se encuentran en una situación de sobreendeudamiento y son incapaces de afrontar sus deudas- la posibilidad de empezar de nuevo, liberándose de parte de sus deudas no satisfechas y permitiéndoles reorganizar su situación financiera.
Esta ley busca proporcionar un mecanismo legal para ayudar a individuos o empresarios autónomos que se enfrentan a una situación económica precaria, brindándoles la oportunidad de renegociar, reestructurar o incluso cancelar ciertas deudas bajo determinadas condiciones.
Algunos puntos clave de la Ley de la Segunda Oportunidad pueden incluir:
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Exoneración del pasivo insatisfecho: Este beneficio puede concederse una vez que el deudor ha intentado sin éxito un acuerdo con los acreedores. Bajo este beneficio, el deudor puede liberarse de ciertas deudas que no haya podido pagar, siempre y cuando cumpla con los requisitos establecidos por la ley. Esto implica la posibilidad de cancelar las deudas restantes tras la liquidación de los bienes del deudor.
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Restricciones y requisitos: La Ley de la Segunda Oportunidad establece una serie de condiciones y procedimientos que deben ser seguidos rigurosamente para poder acogerse a sus beneficios, como demostrar buena fe en la búsqueda de soluciones, colaborar con el procedimiento y no haber sido condenado por delitos económicos, entre otros.
Esta legislación puede variar dependiendo del país o región, por lo que es esencial consultar a un abogado especializado o profesional legal que esté familiarizado con la ley de insolvencia de tu área para comprender completamente cómo opera y si cumples con los requisitos para acogerte a sus beneficios.
La alternativa para cuando los trucos para dejar de pagar no funcionan.
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Comunicación con los acreedores: En cuanto te des cuenta de que no puedes pagar, comunícate con tus acreedores. Explícales tu situación financiera y explica por qué estás teniendo dificultades para realizar los pagos. En muchos casos, los acreedores pueden ofrecer opciones de pago flexibles o planes de reestructuración. Eso nos permitirá en muchos casos, dejar de pagar durante un tiempo o pagar menos deudas.
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Negociación de términos: Pregunta si es posible negociar nuevos términos de pago, como reducciones temporales en los pagos mensuales, carencias de pago, un plan de pagos a plazos o incluso la posibilidad de una liquidación de la deuda con una suma global menor.
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Busca asesoramiento financiero: Considera la posibilidad de consultar a un asesor financiero o a una agencia de asesoramiento crediticio. Estos profesionales pueden ayudarte a comprender tus opciones, brindarte asesoramiento sobre cómo manejar tus deudas y ofrecerte estrategias para mejorar tu situación financiera.
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Explora programas de ayuda: Dependiendo de tu ubicación y del tipo de deudas que tengas, podría haber programas de ayuda gubernamentales o de organizaciones sin fines de lucro que ofrezcan asistencia a personas que enfrentan dificultades financieras.
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Prioriza tus deudas: Si tienes múltiples deudas, identifica cuáles son las más urgentes o aquellas con tasas de interés más altas. Enfócate en pagar esas deudas primero mientras mantienes pagos mínimos en las demás.
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Evita contraer más deudas: Detén la acumulación de nuevas deudas. Evitar el uso de tarjetas de crédito o la adquisición de nuevos préstamos es esencial para poder abordar y resolver las deudas existentes.
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Considera opciones legales o de último recurso: En situaciones extremas, puede ser necesario considerar opciones legales como la declaración de bancarrota. Sin embargo, esto debe ser considerado como un último recurso y es recomendable buscar asesoramiento legal antes de tomar esta medida.
Recuerda que afrontar problemas financieros no es algo que debas hacer solo. Buscar ayuda y orientación puede ser fundamental para encontrar soluciones viables. La transparencia y la comunicación con los acreedores son clave para tratar de resolver la situación de manera que sea manejable para ambas partes.
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