Opción 1
La primera y más efectiva estrategia para rebajar deuda es una cuidadosa planificación de pagos. Esto implica crear un presupuesto detallado que permita generar un balance positivo en nuestras finanzas, es decir, que entre más dinero del que gastamos. Para lograrlo, es crucial identificar gastos innecesarios y priorizar el pago de deudas sobre otros gastos menos urgentes. Esta planificación nos ayudará a reducir la deuda de manera constante y efectiva.
Opción 2
En casos donde la planificación de pagos no sea suficiente para rebajar la deuda, la negociación con los acreedores puede ser una opción viable. Esta negociación puede implicar dos posibles soluciones:
Rebaja de Cuotas y Alargamiento del Plazo de Pago: Consiste en solicitar al acreedor una reducción de la cuota mensual y, a cambio, prolongar el período de pago. Esto permite al deudor contar con un alivio financiero a corto plazo y rebajar la deuda de manera más sostenida en el tiempo.
Rebaja de Deuda Manteniendo el Plazo de Pago: En esta opción, se negocia una rebaja de la cantidad total de la deuda, pero manteniendo el plazo original de pago. Esto puede ser beneficioso para aquellos que necesitan una reducción inmediata de la carga financiera. Puede que si la rebaja planteada es muy grande, nos exijan un pronto pago de toda la deuda a la vez.
Cualquier otra combinación también será posible. Sin embargo, la disposición del acreedor a aceptar una negociación extrajudicial, es más frecuente en las opciones planteadas.
Opción 3
En situaciones extremas donde la negociación con los acreedores no sea posible o insuficiente, existe la alternativa de acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad. Esta ley permite a personas físicas y autónomos obtener el perdón de sus deudas sin tener que pagar nada, mediante la declaración de insolvencia.
Al acogerse a esta ley, se establece un proceso legal que busca reestructurar la deuda de manera justa y equitativa para todas las partes involucradas. Es importante contar con asesoramiento legal especializado para llevar a cabo este proceso de manera adecuada.
En resumen, rebajar deuda puede ser un proceso desafiante pero factible con la planificación adecuada y la consideración de diferentes alternativas. La planificación de pagos, la negociación con acreedores y la opción de acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad son herramientas importantes para quienes buscan aliviar su carga financiera y recuperar el control sobre sus finanzas. Es fundamental evaluar cada opción cuidadosamente y buscar asesoramiento profesional cuando sea necesario para tomar decisiones informadas y efectivas.