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Qué hacer si el finiquito no es correcto
Aprende sobre deudas con nuestros artículos.
¿Qué hacer si el finiquito no es correcto?
Cuando una relación laboral llega a su fin, el finiquito es un documento clave que recoge las cantidades que la empresa debe abonar al trabajador. Sin embargo, no siempre se calcula correctamente.
Si te preguntas qué hacer si el finiquito no es correcto, aquí te explicamos paso a paso cómo actuar, cómo protegerte económicamente y cómo evitar que esta situación te arrastre a un problema financiero grave.
Revisar el finiquito con detalle
Lo primero que debes hacer si el finiquito no es correcto es revisar todas las partidas: salario pendiente, vacaciones no disfrutadas, pagas extra prorrateadas, horas extras, entre otros. Si detectas errores, solicita explicaciones por escrito a la empresa.
Si no tienes claro cómo hacerlo, te recomendamos consultar esta guía del deudor que puede ayudarte a identificar si estás ante un problema más serio.
Reclamar por vía amistosa o judicial
Cuando el error en el finiquito es evidente y la empresa no responde, debes actuar. Uno de los primeros pasos sobre qué hacer si el finiquito no es correcto es enviar un requerimiento por escrito.
Si esto no funciona, tendrás que acudir a la vía judicial, normalmente a través de una papeleta de conciliación.
En este punto, también puedes recibir orientación de un abogado especializado en abusos financieros para reforzar tu reclamación.
El riesgo de caer en insolvencia si el finiquito es incorrecto
No recibir correctamente lo que te corresponde puede llevarte a una situación de vulnerabilidad financiera, especialmente si no cuentas con ahorros o si el finiquito era la única fuente inmediata de ingresos tras perder el empleo.
Saber qué hacer si el finiquito no es correcto no solo es una cuestión laboral, sino también de supervivencia económica.
Para conocer tu situación real y actuar con previsión, puedes utilizar este simulador de la Ley de Segunda Oportunidad que te indica si puedes acceder a un perdón de deudas.
Prever la duración de los recursos financieros
Mientras gestionas el problema del finiquito, es vital calcular cuánto tiempo podrás resistir con tus recursos actuales. Qué hacer si el finiquito no es correcto también incluye planificar el uso de la prestación por desempleo, analizar tus deudas actuales y considerar una renegociación si fuera necesario.
Si tu situación se complica, puedes informarte sobre aplazar deudas con Hacienda o la Seguridad Social, opciones que pueden darte oxígeno mientras resuelves el cobro del finiquito.
Medidas complementarias si el finiquito no es correcto
Además de reclamar lo que te corresponde, es recomendable:
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- Informarte sobre las ayudas disponibles para personas en situación de vulnerabilidad.
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- Estudiar si puedes acogerte a la Ley de la Segunda Oportunidad para reiniciar tu vida financiera sin deudas.
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- Revisar la posibilidad de negociar tus deudas antes de caer en impagos.
¿Y si tengo deudas acumuladas?
Muchas personas descubren qué hacer si el finiquito no es correcto cuando ya tienen deudas acumuladas. En esos casos, hay que tomar decisiones rápidas para no agravar la situación.
Es clave saber si tienes deuda hipotecaria, deuda con la administración, deuda de vehículo o incluso deudas empresariales.
¡Mereces una segunda oportunidad!
Si ya has vivido el impacto de perder tu empleo y además tu finiquito no es correcto, podrías encontrarte en una situación de ansiedad o estrés.
En estos casos, más allá de conocer qué hacer si el finiquito no es correcto, es fundamental dar el paso hacia una solución global que contemple tu bienestar emocional y financiero.
La Ley de Segunda Oportunidad está diseñada precisamente para personas como tú, que merecen recomenzar. Solicitarla puede evitarte graves consecuencias psicológicas, como las que se explican en este artículo sobre ansiedad por deudas o estrés financiero.
Conclusión
Saber qué hacer si el finiquito no es correcto es clave para proteger tus derechos laborales y tu estabilidad económica.
No dejes pasar el tiempo, actúa cuanto antes, reclama lo que es tuyo y, si es necesario, considera alternativas legales como la Ley de Segunda Oportunidad para evitar que esta situación derive en problemas de mayor gravedad.
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