En el complejo mundo de las finanzas personales y empresariales, las deudas con Hacienda pueden convertirse en una preocupación abrumadora. Es fundamental entender cuándo y cómo las deudas con Hacienda prescriben, cuáles deudas pueden ser eliminadas y cómo prevenirlas en primer lugar. En este artículo, desglosaremos todo lo que necesitas saber sobre este tema.
La prescripción de una deuda implica que, después de cierto período de tiempo, la Agencia Tributaria ya no puede perseguir legalmente el cobro de esa deuda. Esto significa que, en la práctica, la deuda queda cancelada y el deudor ya no está obligado a pagarla.
Las deudas con Hacienda prescriben, a continuación te explicamos los plazos en diferentes tipos de deudas:
Deudas Fiscales: Las deudas derivadas de impuestos, como el Impuesto sobre la Renta, el IVA o el Impuesto de Sociedades, generalmente prescriben a los 4 años desde la fecha en que debería haberse presentado la declaración de impuestos o desde la fecha de la deuda. Esto es aplicable si no se han iniciado acciones de cobro durante ese tiempo.
Deudas por Multas o Sanciones Tributarias: En el caso de multas o sanciones impuestas por Hacienda, el plazo de prescripción es de 4 años a partir de la fecha en que la sanción se hizo efectiva. Este período también puede variar según las circunstancias específicas.
Deudas no declaradas o fraudulentas: Importante tener en cuenta que no existe un plazo de prescripción para deudas relacionadas con evasión fiscal o fraude. Hacienda puede tomar acciones en cualquier momento, incluso años después de que se haya cometido la infracción.
Negociación de Acuerdos de Pago. Puedes negociar acuerdos de pago con Hacienda para liquidar la deuda en cuotas.
Concurso de Acreedores. En situaciones extremas, puedes optar por un concurso de acreedores, que puede permitirte la reestructuración o eliminación de deudas.
Ley de la Segunda Oportunidad. Si eres una persona física o autónomo, la Ley de la Segunda Oportunidad en España puede ofrecerte una vía legal para liberarte de tus deudas abrumadoras y empezar de nuevo en términos financieros.
Asesoramiento Legal y Fiscal. Buscar la ayuda de un profesional legal o fiscal es fundamental para encontrar la mejor estrategia para tu situación específica.
En el ámbito de las deudas con Hacienda, es fundamental comprender cuándo el reloj de la prescripción se detiene, lo que significa que la Agencia Tributaria aún puede reclamar una deuda. La Ley General Tributaria establece claramente las circunstancias que interrumpen el plazo de prescripción en su artículo 68.1.
Acciones de la Administración Tributaria: El plazo de prescripción se interrumpe cuando la Administración tributaria realiza cualquier acción dirigida al reconocimiento, regularización, comprobación, inspección, aseguramiento y liquidación de la obligación tributaria. Esta interrupción se produce incluso si inicialmente la acción se centra en una obligación tributaria diferente debido a una declaración incorrecta del contribuyente.
Reclamaciones y Recursos: La presentación de reclamaciones o recursos de cualquier naturaleza, junto con las acciones realizadas en el contexto de estas reclamaciones o recursos, también interrumpe el plazo de prescripción. Además, la remisión de un caso a la jurisdicción penal o la presentación de una denuncia ante el Ministerio Fiscal, así como la recepción de una comunicación de un órgano judicial que ordene la paralización de un procedimiento administrativo en curso, detienen el plazo de prescripción.
Acciones del Deudor Tributario: Cualquier actuación concreta y documentada del deudor tributario que conduzca a la liquidación o autoliquidación de la deuda tributaria también interrumpe el plazo de prescripción.
Dado que la interrupción de la prescripción ocurre con acciones tanto de la Administración Tributaria como del contribuyente, es complicado que una deuda con Hacienda llegue a prescribir en la práctica. Aunque las deudas con Hacienda prescriben, tiene procesos automatizados que les permiten mantener un registro actualizado de las deudas y tomar medidas para recuperarlas, incluso si han transcurrido más de 4 años desde que se originaron. Por lo tanto, es crucial entender que las deudas con Hacienda pueden ser reclamadas, e incluso resultar en embargos, aunque hayan transcurrido varios años desde su origen.