El finiquito es el documento que refleja las cantidades que una empresa debe abonar a un trabajador al finalizar la relación laboral.
Sin embargo, no es raro encontrarse con un finiquito mal calculado, lo que puede suponer una pérdida económica significativa para el trabajador.
Detectar un finiquito mal calculado a tiempo es clave para reclamar lo que legalmente corresponde y evitar situaciones de vulnerabilidad financiera.
El finiquito incluye conceptos como el salario pendiente de cobro, vacaciones no disfrutadas, pagas extras proporcionales y, en ocasiones, indemnización por despido.
Cuando existe un finiquito mal calculado, cualquiera de estos componentes puede estar mal estimado o directamente omitido.
Aceptar un finiquito mal calculado sin revisar su contenido puede tener graves consecuencias. La firma del documento suele incluir una cláusula de “recibí y conforme”, lo cual puede dificultar futuras reclamaciones.
Esto supone un riesgo especialmente grave para personas en situación de desempleo o que arrastran otras deudas personales, ya que disponer de todos los recursos económicos posibles es vital para afrontar el futuro con estabilidad.
Además, este tipo de errores puede derivar en estados de ansiedad por deudas, estrés e incluso afectar a la salud mental del afectado.
Revisar cuidadosamente el finiquito es fundamental. Asegúrate de que incluye:
- Salarios pendientes.
- Días de vacaciones no disfrutadas.
- Pagas extra prorrateadas.
- Horas extraordinarias no compensadas.
- Indemnización por despido si procede.
Si detectas alguna omisión, probablemente estás ante un finiquito mal calculado. También puedes consultar con un profesional o utilizar servicios de asesoramiento como los que ofrece Abogado del Deudor para obtener una revisión experta.
Un finiquito mal calculado puede impedirte cumplir con tus obligaciones financieras. En contextos de vulnerabilidad económica, no disponer del dinero que te corresponde puede derivar en impagos que a su vez generan intereses, embargos o registros de morosidad.
En algunos casos, puede afectar incluso a la posibilidad de acogerte a ciertas ayudas públicas o retrasar el inicio de una nueva etapa profesional por la falta de recursos.
Para evitar tener un finiquito mal calculado, debes:
- Consultar tu nómina y el convenio colectivo aplicable.
- Verificar el número de días trabajados ese mes.
- Contabilizar las vacaciones devengadas y no disfrutadas.
- Sumar la parte proporcional de las pagas extra.
- Ver si procede alguna indemnización.
Si no sabes cómo hacerlo, puedes buscar asesoramiento profesional o utilizar herramientas especializadas. Si además te enfrentas a otras situaciones como una deuda con la Seguridad Social, conocer tu verdadera capacidad financiera se vuelve aún más relevante.
Una de las situaciones más delicadas es tener un finiquito mal calculado cuando ya se acumulan impagos o deudas con Hacienda. En estos casos, puede valorarse acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad, una vía legal para cancelar deudas y empezar de cero.
Conocer los requisitos de la Ley de Segunda Oportunidad es esencial si el impago deriva de no haber cobrado lo que corresponde. Incluso puedes comprobar si cumples las condiciones con este simulador online.
Un finiquito mal calculado no solo representa una injusticia económica. También puede ser el detonante de un deterioro emocional. Los estados de estrés, ansiedad o angustia por no poder cumplir con las obligaciones pueden agravarse si el trabajador no recibe lo que legalmente le corresponde.
Es importante recordar que existe una segunda oportunidad para el deudor que permite empezar de nuevo, sanear las finanzas y evitar consecuencias más graves. Reclamar un finiquito mal calculado es, en muchos casos, el primer paso para defender tus derechos y preservar tu bienestar.
Si ya te encuentras en una situación límite por deudas, puedes consultar gratuitamente los trucos para no pagar legalmente o leer sobre casos reales de personas que lo han superado.
Detectar y reclamar un finiquito mal calculado es una forma de proteger tu presente y tu futuro. No dejes que un error en tus cuentas laborales te empuje a una espiral de endeudamiento y estrés.
Exige lo justo y, si es necesario, busca ayuda profesional especializada.