Dejar inactiva una sociedad limitada es una opción común cuando el negocio enfrenta dificultades económicas, pero no siempre es la mejor solución. Dejar inactiva una sociedad limitada implica que esta deja de realizar actividades económicas, pero sigue existiendo legalmente.
Es crucial cumplir con todas las obligaciones legales, ya que, aunque la sociedad no esté operando, el administrador sigue teniendo responsabilidades.
Cuando se decide dejar inactiva una sociedad limitada, es necesario realizar ciertos trámites ante la Agencia Tributaria y el Registro Mercantil. Estos incluyen:
Comunicación a la Agencia Tributaria: Se debe informar a Hacienda del cese de la actividad mediante el modelo 036 o 037.
Declaraciones fiscales: A pesar de estar inactiva, la sociedad limitada está obligada a presentar declaraciones fiscales anuales.
Inscripción en el Registro Mercantil: El cese de actividad también debe inscribirse en el Registro Mercantil.
Uno de los mayores errores que pueden cometer los administradores es dejar inactiva una sociedad limitada sin cumplir con las obligaciones legales. Aunque la sociedad no opere, sigue existiendo y está sujeta a:
Obligaciones fiscales: La empresa debe seguir presentando declaraciones de impuestos como el Impuesto de Sociedades.
Obligaciones contables: Se deben llevar al día los libros de cuentas, incluso si no se realiza actividad alguna.
En caso de incumplir estas obligaciones, el administrador puede enfrentar sanciones e, incluso, ser responsable personalmente de las deudas de la sociedad.
Dejar inactiva una sociedad limitada cuando tiene problemas financieros puede parecer una solución fácil. Sin embargo, esto no exime de responsabilidad al administrador, ya que las deudas no desaparecen.
Si la sociedad tiene deudas inasumibles, dejarla inactiva sin más es un error que puede tener consecuencias graves. En muchos casos, la responsabilidad por las deudas puede derivarse al administrador.
Si la sociedad enfrenta deudas y problemas financieros, antes de optar por dejarla inactiva, existen otras opciones como:
Concurso de acreedores: En situaciones de insolvencia, el concurso de acreedores puede ser la mejor solución. Infórmate sobre el concurso de acreedores aquí.
Ley de Segunda Oportunidad: Para los administradores que son responsables de las deudas de la sociedad, la Ley de Segunda Oportunidad puede ofrecer una salida, permitiendo la exoneración de las deudas.
Si se decide dejar inactiva una sociedad limitada sin seguir las normativas, el administrador puede ser declarado responsable por las deudas de la empresa. En caso de incumplir con la presentación de las cuentas o las declaraciones fiscales, Hacienda puede imponer sanciones, y los acreedores pueden exigir el pago de las deudas al administrador personalmente.
Esto es especialmente relevante si hay deudas con la Seguridad Social o Hacienda. Consulta más información sobre las deudas con Hacienda y las deudas con la Seguridad Social.
Si la sociedad tiene deudas y no se gestiona adecuadamente, el administrador puede ser responsable por la responsabilidad por deudas. Por lo tanto, antes de dejar inactiva una sociedad limitada, es recomendable analizar todas las opciones legales disponibles para evitar problemas futuros.
Dejar inactiva una sociedad limitada puede ser una opción válida en algunos casos, pero nunca debe tomarse a la ligera. El administrador debe ser consciente de que, incluso en inactividad, la sociedad sigue teniendo obligaciones fiscales y contables.
Además, si existen deudas, dejarla inactiva puede acarrear la derivación de responsabilidad hacia el administrador. Por ello, es fundamental contar con el asesoramiento adecuado para evitar sanciones y problemas legales.
Si estás considerando dejar inactiva una sociedad limitada y tienes dudas sobre tus responsabilidades como administrador, te recomendamos visitar Abogado del Deudor para obtener más información sobre las opciones legales disponibles.