Obtener un aplazamiento de deuda puede marcar la diferencia entre resolver tus problemas financieros o empeorarlos aún más. En tus manos está tomar la decisión correcta que te conduzca hacia la estabilidad económica que tanto anhelas. ¿Seguirás postergando la solución o darás un paso adelante hacia la liberación financiera? Nuestro equipo de expertos está aquí para guiarte en el camino correcto. ¡Aprovecha esta oportunidad y toma el control de tus finanzas hoy mismo!
Conseguir aplazar una deuda sin que te suban el tipo de interés, no es fácil. Normalmente, las entidades financieras penalizan las refinanciaciones por la sencilla razón de que asumen más riesgo.
Cuanto más complicada sea la situación del deudor, más riesgo tiene el acreedor de no cobrar lo prestado. Lógicamente, quien asume ese riesgo, lo sabe y querrá cobrar más intereses o comisiones de lo normal para compensar posibles impagos.
Por eso, la principal regla para aplazar una deuda, es pedir la refinanciación al propio acreedor de la deuda que quieres refinanciar. El aplazamiento de una deuda ya existente, no agrava el riesgo de impago sino todo lo contrario. Sin embargo, de pretender refinanciar una deuda con una nueva entidad financiera o prestamista, siempre saldrá mucho más caro.
Un nuevo acreedor, querrá siempre una garantía, además cobrar unos beneficios en forma de intereses o comisiones, muy por encima de los intereses o comisiones medias del mercado. Básicamente, no estará dispuesto a negociar porque no tiene nada a perder.
Sin embargo, el propio acreedor de la deuda que se quiere refinanciar, puede perder o ver muy mermada la posibilidad de cobro de su deuda.
La trampa más común al aplazar una deuda, es el propio sentimiento de culpa y desesperación del deudor. Normalmente, a cambio de poder aplazar deuda, el deudor es capaz de aceptar cualquier condición. Eso provoca el efecto llamada de fondos buitre o financieras sin escrúpulos que aplicarán condiciones abusivas en el proceso de refinanciación.
Si el deudor no podía pagar la deuda en condiciones más favorables, mucho menos podrá hacerlo en las nuevas condiciones que le ofrecerán. La mayor parte de las veces, dichas condiciones estarán ocultas en cláusulas oscuras, poco claras o poco visibles a los ojos de alguien inexperto.
Con un aplazamiento de deuda abusivo, se solucionará a corto plazo una emergencia financiera, pero a medio o largo plazo, la situación empeorará. Por ello, la solución más plazo, más deuda, nunca será la más adecuada.
La mejor estrategia para aplazar deuda, sin duda es solicitar aplazamiento deuda al propio acreedor.
La fuerza de negociación que el deudor tiene frente a sus propios acreedores, no es comparable a la que puede tener frente a nuevos prestamistas. El acreedor sabe que no puede cobrar por encima de un determinado límite que la Ley establece. También es conocedor de que si se declara una situación de insolvencia, puede llegar a tener que perdonar toda su deuda.
Por eso, el deudor debe huir de un enfrentamiento para refinanciar deuda donde esté en condiciones menos favorables. La Ley ofrece cada vez más y mejores herramientas al deudor que no puede pagar. Es en este punto donde la figura del abogado del deudor se vuelve indispensable. Contar con un experto en tu defensa te permitirá enfrentar con eficacia a tus acreedores, quienes se verán obligados a ceder si desean cobrar. No esperes más, contacta a nuestro equipo de abogados del deudor y comienza a recuperar el control de tus finanzas hoy mismo
Cuando no se puede pagar ni aplazar la deuda, existen otros trucos y trampas para no pagar.